
La antotipia es una de las técnicas de revelado fotográfico más sencillas y ecológicas que existen. A diferencia de otros procesos como la cianotipia, no necesitas productos químicos, ni fijadores, ni laboratorio. Solo pigmentos naturales, papel y luz solar o luz ultravioleta artificial.
Te explico paso a paso cómo hacer antotipias en casa, usando flores, hojas o alimentos ricos en pigmentos vegetales naturales.
¿En qué se diferencia la antotipia de la cianotipia?
Aunque ambas técnicas son de revelado solar, existen diferencias clave:
- Materiales:
La cianotipia utiliza sales de hierro y químicos fotosensibles. La antotipia solo emplea pigmentos naturales extraídos de plantas o alimentos. - Color final:
La cianotipia produce siempre un azul prusia intenso. La antotipia ofrece una gama de colores según el pigmento usado: verdes, amarillos, rojos o violetas. - Durabilidad:
Las cianotipias son imágenes permanentes. Las antotipias son efímeras, ya que el pigmento vegetal sigue degradándose con el tiempo. - Fijado y revelado:
En cianotipia se enjuaga con agua al finalizar. En antotipia, no se lava el papel: la imagen se conserva tal cual.
Si te interesa el proceso químico tradicional, aquí puedes ver cómo hacer cianotipia paso a paso.
Materiales necesarios para hacer antotipia
Para empezar con antotipia, no necesitas un laboratorio fotográfico. Solo hace falta:
- Papel de acuarela o algodón, sin tratamientos de superficie: resistente y absorbente.
- Pigmento natural: hojas, flores o alimentos que tiñan (espinaca, hibisco, remolacha, cúrcuma…)
- Mortero o licuadora para extraer el pigmento
- Filtro de café o paño fino para colar el líquido
- Pincel o rodillo suave para aplicar el pigmento al papel
- Plantilla o transparencia con el diseño o formas que quieras imprimir. Aprende a hacer negativos para revelar
- Marco con cristal para mantener el contacto entre el papel y la plantilla
- Sol directo: al menos 4 a 8 horas de exposición (según pigmento)
Cómo hacer antotipia: el proceso paso a paso
1. Prepara el pigmento
Una vez seleccionado el material, procede a extraer el pigmento siguiendo estos pasos:
- Limpieza: Lava el material vegetal para eliminar impurezas y residuos que puedan afectar la calidad del pigmento.
- Triturado: Corta el material en trozos pequeños y tritúralos con un poco de agua destilada o alcohol utilizando un mortero y maja o una licuadora hasta obtener una pulpa homogénea.
- Filtrado: Coloca la pulpa en un filtro de café o una tela fina y exprime para extraer el jugo. Este líquido contendrá el pigmento fotosensible que utilizarás.

Si quieres ideas concretas, puedes consultar la guía de pigmentos naturales para antotipia.
2. Aplica el pigmento al papel
Usa un pincel o rodillo suave para cubrir el papel de manera uniforme. Deja secar en un lugar oscuro, evitando la luz solar antes de exponer.
3. Coloca la plantilla
Sitúa las hojas, flores o una transparencia sobre el papel seco. Asegúrate de que quede bien en contacto, usando un cristal o marco.
4. Expón al sol
Coloca tu montaje al sol durante varias horas o incluso días, según el pigmento y la intensidad de la luz. Los pigmentos se degradan al sol en las zonas expuestas, mientras que las áreas protegidas por la plantilla mantienen su color.
Si buscas tiempos específicos, puedes ver ejemplos en las páginas de:
5. Revela y conserva
Retira la plantilla con cuidado. No hace falta lavar el papel, ya que la antotipia es un proceso sin fijado. Para conservar tu imagen:
- Evita la luz directa una vez terminada.
- Guarda la imagen en un lugar oscuro o escanéala si quieres conservarla digitalmente.
Errores comunes al hacer antotipias y cómo evitarlos
- Pigmentos diluidos: Si el jugo vegetal tiene demasiada agua, el resultado será pálido. Usa concentraciones más densas.
- Exposición insuficiente: Sin suficiente luz, la imagen no se forma completamente. Asegúrate de exponer durante varias horas en condiciones adecuadas.
- Materiales inapropiados: No todos los papeles absorben bien los pigmentos. Opta siempre por soportes porosos y de calidad.
- Objeto mal fijado: puede desplazarse con el viento durante la exposición. Esto produce imágenes borrosas. Usa un marco o presión para mantenerlo en su sitio.
¿Qué puedes esperar de una antotipia?
Las imágenes obtenidas con antotipia son suaves, etéreas y con un toque pictórico. No tienen la nitidez ni el contraste de una fotografía química, pero ganan en textura y naturalidad.
Es una técnica ideal para:
- Crear postales o papel artístico único.
- Enseñar procesos fotográficos alternativos sin riesgos.
- Disfrutar de la experimentación creativa sin productos tóxicos.
Dudas frecuentes a la hora de hacer antotipia
¿Puedo usar cualquier flor o planta para hacer antotipia?
En teoría sí, pero algunas tiñen mejor que otras. Las más recomendadas son hibisco, espinaca, pétalos de rosa, cúrcuma o remolacha.
¿Necesito un laboratorio o productos especiales?
No, la antotipia es un proceso ecológico y casero. Solo necesitas pigmentos naturales, papel y sol.
¿Se puede hacer antotipia sin sol?
La técnica está pensada para usar luz solar directa. Si no tienes sol, podrías probar con lámparas UV, pero los resultados no siempre son buenos.
¿Cuánto dura una imagen hecha con antotipia?
Depende del pigmento, pero suelen ser imágenes efímeras. Para conservarlas, lo mejor es digitalizarlas o guardarlas lejos de la luz.